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Argentina: El PIB cae a un ritmo más pronunciado en el cuarto trimestre
El PIB se contrajo a un ritmo interanual del 1,4% en el cuarto trimestre, por debajo de la contracción del 0,8% registrada en el tercer trimestre. En términos intertrimestrales desestacionalizados, la actividad económica se contrajo un 1,9% en el cuarto trimestre, frente a la expansión del 2,2% del trimestre anterior.
La desaceleración fue generalizada, contrayéndose el consumo privado, el gasto público, la inversión fija y las exportaciones.
El consumo privado se contrajo un 1,5% en el cuarto trimestre, el peor resultado desde el cuarto trimestre de 2020 (tercer trimestre: +0,2% interanual). El gasto público cayó un 3,2% (3T: +2,1% interanual), mientras que la inversión fija se contrajo un 6,8% en el 4T, marcando el peor resultado desde el 3T de 2020 (3T: +1,0% interanual). Las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 6,3% anual en el cuarto trimestre, por debajo de la contracción del 4,7% del tercer trimestre. Además, las importaciones de bienes y servicios se deterioraron, contrayéndose un 1,8% en el cuarto trimestre (3T: +2,1% interanual).
El 1er trimestre debería registrar una caída secuencial aún más pronunciada en el marco del plan de ajuste macroeconómico del Presidente Milei, como indican la deprimida confianza de los consumidores en enero-febrero y la caída de la producción industrial en enero. Mientras tanto, en enero-febrero, el Gobierno registró dos primeros superávits fiscales mensuales consecutivos, lo que es un buen augurio para la estabilidad macroeconómica en el futuro.
Al comentar sobre los riesgos que rodean las perspectivas para 2024, los analistas de Credicorp Capital declararon: «El año 2024 continúa cargado de incertidumbre, debido a los altos niveles de inflación a principios de año que impactan en el poder adquisitivo de los hogares. Los riesgos siguen inclinados al alza, considerando el proceso de ajuste de los precios relativos, la alta persistencia característica de la economía, la incertidumbre sobre el desmantelamiento de los controles de capital y las tensiones de gobernabilidad que obstaculizan los esfuerzos de consolidación fiscal.»