Rusia: El Banco de Rusia acelera el ciclo de relajación de la política monetaria en julio
En su reunión del 25 de julio, el Banco de Rusia decidió recortar el tipo de interés oficial en 200 puntos básicos, hasta el 18,00%, situándolo en su nivel más bajo en un año. La decisión coincidió en gran medida con las expectativas del mercado y se produjo tras la reducción de 100 puntos básicos de junio, la primera desde 2022.
La decisión del Banco Central se debió principalmente a un descenso más rápido de lo previsto tanto de la inflación general como de la subyacente, a una ralentización del crecimiento de la demanda interna, a la disminución de la escasez de mano de obra y a la ralentización del crecimiento salarial. Con todo, el Banco subrayó que persisten los riesgos al alza para la inflación debido a las elevadas expectativas de inflación, un mercado laboral aún tenso, un crecimiento económico superior al previsto y el deterioro de la relación de intercambio.
El Banco de Rusia indicó que mantendrá las condiciones monetarias tan restrictivas como sea necesario para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo del 4% en 2026, con un tipo director medio en la banda del 18,8-19,6% en 2025 y del 12,0-13,0% en 2026. Nuestro consenso es de aproximadamente 200 puntos básicos de recortes adicionales este año, aunque la diferencia entre las previsiones es amplia, entre 50 y 300 puntos básicos. Nuestros panelistas prevén que tanto la inflación como el crecimiento anual del PIB se ralenticen en el segundo semestre, allanando el camino para una mayor relajación de la política monetaria en diciembre. El Banco debería volver a reunirse el 12 de septiembre.
Los analistas de la EIU comentaron las perspectivas:
«Esperamos que [el Banco Central] mantenga la cautela. El Banco se enfrenta a la nada envidiable situación de una inflación aún elevada (con una tasa real probablemente superior a la que sugieren las estadísticas oficiales) y una economía en fuerte desaceleración, lo que hace temer una estanflación en los próximos meses. No obstante, esperamos que la relajación monetaria continúe en 2025, con un tipo principal del 16% al final del año, y que siga bajando a lo largo del periodo de previsión. Observamos, sin embargo, que sigue existiendo la posibilidad de movimientos grandes y repentinos si el banco percibe un cambio brusco en los datos subyacentes.»