República Checa: El Banco Central se mantiene firme en agosto
En su reunión del 7 de agosto, el Banco Nacional Checo (BNC) decidió mantener el tipo repo a dos semanas sin cambios en el 3,50% -el nivel más bajo desde 2021- por segunda reunión consecutiva, en línea con las expectativas del mercado. Los siete miembros del consejo votaron a favor del mantenimiento.
La decisión del BNS estuvo motivada por las persistentes presiones inflacionistas y su previsión de que el crecimiento de los precios de consumo se mantendrá por encima del punto medio de su objetivo de inflación del 1,0-3,0% hasta finales de año. El Banco también señaló los riesgos al alza para la inflación derivados del rápido crecimiento continuado de los salarios, el gasto adicional del sector público y un crecimiento más rápido de la masa monetaria debido a un repunte más rápido de la actividad crediticia, especialmente en el sector inmobiliario. En el frente exterior, el impacto de las crecientes fricciones comerciales aún no está claro, y los riesgos geopolíticos -en particular las guerras en Ucrania y Oriente Medio- siguen ensombreciendo las perspectivas.
El BNC no proporcionó ninguna orientación explícita y subrayó que las decisiones futuras se basarán en los datos y dependerán de la evolución de las condiciones macroeconómicas. La inmensa mayoría de nuestros panelistas espera que el Banco Central se mantenga firme en su próxima reunión del 24 de septiembre. Sin embargo, en lo que respecta a los tipos de interés a final de año, nuestro panel se divide aproximadamente entre la no modificación de los tipos de interés y recortes que oscilan entre 25 y 75 puntos básicos. El buen comportamiento de la corona frente al euro, que en julio alcanzó su nivel más alto desde diciembre de 2023, inclina la balanza hacia las palomas, mientras que la persistente incertidumbre sobre la inflación da ventaja a los halcones. Los posibles riesgos a la baja incluyen una corona más fuerte de lo esperado y un crecimiento económico más débil en el extranjero, especialmente en Alemania, el principal socio comercial de la República Checa. El Banco volverá a reunirse el 24 de septiembre.
Al comentar las perspectivas, Kevin Daly y Basak Edizgil, analistas de Goldman Sachs, declararon: «Creemos que la fortaleza de la corona checa, combinada con la disminución de las presiones inflacionistas externas, contribuirá a reducir la inflación y los tipos de interés checos con el tiempo. Paradójicamente, la actitud agresiva del Banco Nacional de la República Checa refuerza este argumento: la corona checa cotiza ya casi un 2% más fuerte de lo que el Banco Nacional de la República Checa ha supuesto en sus previsiones revisadas, y ha ganado un 5,5% en términos ponderados por el comercio este año. Con esta apreciación, prevemos que la inflación subyacente caerá más bruscamente durante el resto del año, y seguimos pronosticando que los tipos de interés checos acabarán bajando» Los analistas de Emerging Markets Watch, adoptando una postura de línea dura, declararon: «Consideramos que las nuevas previsiones justifican el curso actual de la política monetaria, ya que refuerzan la necesidad de una política monetaria restrictiva. Además, apoya la idea de mantener el tipo de interés oficial en su nivel actual del 3,50% durante más tiempo. Por último, abre la puerta a subidas de tipos en caso de que aumenten los riesgos de inflación. Recordamos que el gobernador del BNC, Ales Michl, recalcó que el BNC tendrá como objetivo la estabilidad de los precios, y esto no se consigue quedándose de brazos cruzados».