Brasil: El crecimiento económico desafía los retos y se impone en el primer trimestre
La economía brasileña registró un fuerte impulso en el primer trimestre, con una aceleración del crecimiento del PIB hasta el 1,4% en tasa intertrimestral desestacionalizada, frente al 0,1% revisado a la baja del cuarto trimestre del año pasado. La lectura marcó el mejor resultado desde el 2T 2024, estuvo en línea con las proyecciones del mercado y registró la 15ª expansión consecutiva, la racha más larga desde que comenzó la serie actual del PIB en 1996. Sobre una base anual, el crecimiento económico se desaceleró notablemente a un mínimo de un año del 2,9% en el 1T, por debajo de la expansión del 3,6% del trimestre anterior.
En términos de gasto, el repunte trimestral reflejó mejoras en el consumo privado, la inversión fija y las exportaciones.
En el interior, el consumo privado aumentó un 1,0% en el primer trimestre, lo que contrasta con la contracción del 0,9% del cuarto trimestre. El dinamismo del mercado de trabajo y la consiguiente subida de los salarios compensaron el aumento de la inflación, impulsando el repunte. Además, el crecimiento de la inversión fija se aceleró hasta el 3,1% en el primer trimestre, frente al 0,7% del trimestre anterior, a pesar de que los tipos de interés se encontraban en máximos de casi dos décadas. Un dato menos positivo es que el crecimiento del gasto público casi se detuvo, desacelerándose hasta el 0,1% (4T: +0,5% intertrimestral). En cuanto al sector exterior, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 2,9% trimestral desestacionalizado en el 1T, por encima de la contracción del 1,2% del cuarto trimestre. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios aumentaron un 5,9% en el primer trimestre (+0,7% intertrimestral en el cuarto trimestre), lo que representa el mejor dato desde el segundo trimestre de 2024. En cuanto a los datos sectoriales, el sector agrícola creció un 12,2% intertrimestral desestacionalizado debido a una cosecha abundante (-4,4% intertrimestral en el cuarto trimestre), y el crecimiento del sector servicios -que representa aproximadamente el 70% del PIB- mejoró del 0,2% al 0,3%.
Tras unos resultados estelares en el primer trimestre, la economía debería perder notablemente fuelle en lo que queda de año. En conjunto, se prevé que en 2025 el crecimiento del PIB disminuya hasta alcanzar el nivel más bajo desde la contracción inducida por la pandemia de 2020. La inflación por encima del objetivo y los elevados tipos de interés perjudicarán al consumo privado y al crecimiento de la inversión fija. Dicho esto, el crecimiento del PIB se verá apoyado por un sector agrícola fuerte, aunque los fenómenos meteorológicos extremos siguen siendo un riesgo clave a la baja. Los factores a vigilar incluyen el impacto de la política fiscal del Gobierno sobre la inflación, la confianza de los inversores y el real brasileño.