El Gobierno presenta un presupuesto récord para el ejercicio 2021-2022, pero sigue aspirando a la consolidación fiscal

El 10 de junio, el Gobierno presentó un presupuesto récord de 3,7 billones de KES (unos 34.000 millones de USD) para el año fiscal 2021-2022 -que comienza el 1 de julio y finaliza el 30 de junio de 2022-, lo que representa un aumento del 9,0% respecto al presupuesto del año anterior, de 3,4 billones de KES (unos 33.000 millones de USD). El plan se centra principalmente en la recuperación de la pandemia de Covid-19, y también incluye un ambicioso plan de consolidación fiscal destinado a estabilizar la deuda a medio plazo. Sin embargo, el éxito del plan de consolidación dependerá de la eficacia de la aplicación de la política fiscal, así como de la solidez del crecimiento económico, que es muy incierto debido a la imprevisible evolución de la pandemia. El presupuesto prevé unos ingresos totales de 2,0 billones de KES, es decir, el 16,4% del PIB, con el objetivo de recaudar 1,7 billones de KES en ingresos fiscales -un aumento del 16% con respecto al actual período fiscal-, que financiarían alrededor del 50% del presupuesto total. Esto arrojaría un déficit del 7,5% del PIB, por debajo del déficit del 8,7% del PIB estimado para este año fiscal. Además, el plan de consolidación fiscal pretende reducir aún más el déficit hasta el 3,6% del PIB en el ejercicio 2024-2025. Para financiar el déficit, el Gobierno se propone obtener 271.000 millones de KES, es decir, el 2,2% del PIB, mediante financiación exterior, y el importe restante, equivalente al 5,3% del PIB, mediante financiación interna neta. Sin embargo, aunque el Gobierno señaló que la deuda pública sigue siendo sostenible, plantea un reto importante, ya que se prevé que los costes del servicio de la deuda asciendan aproximadamente a 1,2 billones de KES en el próximo ejercicio fiscal. Gran parte del gasto previsto se asigna al programa de los «Cuatro Grandes», cuyo objetivo es promover el crecimiento económico sostenible y acelerar la creación de empleo. Las principales áreas de gasto son la cobertura sanitaria universal, las políticas de vivienda asequible, el refuerzo de la contribución del sector manufacturero al PIB mediante reformas e inversiones, y la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional. Por otra parte, una parte del presupuesto se destinará a la adquisición de vacunas y a facilitar su distribución, en un intento de hacer frente a la preocupación por la disponibilidad de vacunas. El Gobierno cuenta con una expansión prevista del PIB del 6,3% en 2021 para apoyar el presupuesto propuesto, aunque esto se produce en un contexto de frágil recuperación mundial, con la persistente incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y la aparición de nuevas variantes del virus. Mientras tanto, persisten los riesgos para el camino hacia la sostenibilidad fiscal, como señala Jee-A van der Linde, economista de Oxford Economics: «El ambicioso plan plurianual de consolidación fiscal del Gobierno resultará difícil, dado el historial de ineficacia en la aplicación de la política fiscal. Además, la elevada carga de la deuda y de los tipos de interés aumenta los riesgos de financiación. Esperamos que el déficit fiscal se reduzca al 7,9% del PIB en 2021, desde un déficit estimado del 8,7% en 2020. Llevará tiempo llevar el déficit fiscal a niveles más sostenibles. Se espera que la deuda pública aumente del 68,8% del PIB en 2020 al 70,7% del PIB este año, alcanzando un punto de inflexión del 73,4% del PIB en 2022 antes de disminuir lentamente a partir de entonces.»