El crecimiento del PIB mejora en el primer trimestre

El crecimiento del PIB se aceleró hasta el 3,0% interanual en el primer trimestre, frente al 2,2% del cuarto trimestre del año pasado.

El gasto de los hogares aumentó un 2,9% en el primer trimestre, marcando la expansión más débil desde el primer trimestre de 2021 (cuarto trimestre de 2022: +3,9% interanual). El consumo público se estancó en el 1T (4T 2022: -6,3% interanual). Por su parte, la inversión fija se contrajo un 1,0% en el primer trimestre, la peor cifra desde el cuarto trimestre de 2020 (cuarto trimestre de 2022: +8,0% interanual).

En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios repuntaron, creciendo un 4,9% en el 1T (4T 2022: -0,9% interanual). Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios se deterioraron, contrayéndose un 7,4% en el 1T (4T 2022: +7,5% interanual), marcando el peor comportamiento en más de dos años.

En términos intertrimestrales desestacionalizados, el crecimiento económico se aceleró hasta el 1,4% en el 1T, tras el aumento del 0,4% del trimestre anterior. La lectura del 1T marcó el mejor resultado desde el 4T de 2021.

La subida de la inflación y de los tipos de interés frenó el consumo en el primer trimestre, y la incertidumbre política puede haber afectado a la inversión. No obstante, la estabilización del gasto público y el repunte de las exportaciones garantizaron la recuperación del crecimiento del PIB en el primer trimestre. De cara al segundo trimestre, los panelistas prevén una ralentización más acusada del crecimiento económico, ya que el gasto privado seguirá viéndose afectado por la elevada inflación y los tipos de interés.

Los analistas de Goldman Sachs afirman: «De cara al futuro, esperamos que la actividad económica se modere debido a la elevada inflación, el endurecimiento de las condiciones financieras y el menor impulso de la actividad exterior. Además, el aumento de la incertidumbre política debido a las ambiciosas reformas políticas ya aprobadas y a una cargada agenda legislativa de importantes reformas sociales con posibles repercusiones macroeconómicas puede lastrar aún más la confianza empresarial y la inversión privada.»