Zona euro: El BCE mantiene los tipos en julio
En su reunión de los días 23 y 24 de julio, el Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener su tipo de depósito en el 2,00%. También mantuvo sus tipos de refinanciación y de préstamo en el 2,15% y el 2,40%, respectivamente. La decisión se produjo tras siete recortes sucesivos de los tipos de interés y se ajustó a las expectativas del mercado.
La decisión estuvo motivada por el hecho de que la inflación se sitúa actualmente en el objetivo del 2,0% y las presiones internas sobre los precios han seguido disminuyendo, como demuestra la reciente ralentización del crecimiento salarial. Además, el mantenimiento estuvo motivado por la resistencia de la economía, debida en parte a anteriores recortes de los tipos de interés, a pesar de la incertidumbre en torno a los conflictos comerciales.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, reiteró que el Banco está «bien situado para sortear la incertidumbre actual» y añadió que no se dejará influir por los datos a corto plazo mientras no cambie su visión a medio plazo. Por otra parte, destacó que el mercado laboral es históricamente fuerte y que la inversión pública impulsará el futuro, reduciendo así la necesidad de una mayor relajación de la política monetaria. La mayoría de nuestros panelistas siguen esperando que el Banco realice un recorte de 25 puntos básicos para finales de 2025. Dicho esto, en consonancia con las recientes orientaciones del BCE y el acuerdo comercial entre la UE y EE.UU., nuestros panelistas podrían empezar a revisar sus previsiones de mantenimiento. La próxima reunión está prevista para los días 10 y 11 de septiembre.
Carlos Castellano y María Martínez, economistas de BBVA Research, comentaron: «En conjunto, la presidenta Lagarde ha logrado alejar las expectativas del mercado de un recorte adicional de los tipos totalmente previsto para este ciclo -un tipo de depósito terminal del 1,75%- hacia una postura más prudente […]. Los movimientos futuros seguirán dependiendo de los datos que se reciban y de la evolución mundial, en particular del resultado de las conversaciones comerciales en curso, que por ahora parece probable que no concluyan de forma demasiado negativa para Europa. Si este escenario se materializa y no surgen sorpresas negativas significativas sobre la inflación, la actividad o el euro, el tono relativamente agresivo observado hoy -algo inesperado- sugiere que el BCE podría estar ya al final de su ciclo de relajación», dijo Carsten Brzeski, de ING: «Es cierto que, si tomamos la reunión de hoy al pie de la letra, el listón para un nuevo recorte de tipos este año se ha elevado claramente. Aún así, creemos que la inflación real podría ser inferior a lo que espera el BCE y que los datos macroeconómicos podrían decepcionar durante el verano. Esto, unido al hecho de que las proyecciones de junio del BCE incluían un tipo de interés terminal del 1,75%, nos anima a pensar en una última bajada de tipos en la reunión de septiembre. Pero nuestra convicción se ha debilitado hoy».