Uruguay: El crecimiento del PIB desciende en el primer trimestre
El crecimiento del PIB disminuyó al 3,4% interanual en el primer trimestre, frente al 3,5% del cuarto trimestre del año pasado, lo que supone la tercera desaceleración consecutiva. Aun así, el crecimiento económico se mantuvo firme, superando la media de los 10 años anteriores a la pandemia y situándose entre los más rápidos de América Latina.
En términos intertrimestrales desestacionalizados, el crecimiento económico subió al 0,5% en el primer trimestre, tras la expansión del 0,3% del periodo anterior.
A nivel nacional, el principal lastre para la expansión interanual procedió del gasto privado, cuyo crecimiento se ralentizó hasta el 2,1% en el 1T desde el 2,7% del trimestre anterior, probablemente lastrado por el aumento del desempleo. Por el contrario, el crecimiento del gasto público se disparó hasta un máximo de casi tres años del 4,3% (4T 2024: +3,3% interanual), reflejando en gran medida un mayor número de días lectivos en comparación con el mismo periodo del año anterior. En el primer trimestre, el crecimiento de la inversión fija se mantuvo en el 4,2% del cuarto trimestre de 2024, con unos fuertes desembolsos de capital en bienes de equipo y maquinaria compensados por un menor impulso de la inversión en el sector de la construcción. En el exterior, las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 4,2% interanual en el primer trimestre, ligeramente por debajo del 4,4% del cuarto trimestre de 2024. Mientras tanto, el crecimiento de las importaciones se aceleró hasta el 5,6% (4T 2024: +3,8% interanual). En consecuencia, las exportaciones netas restaron 0,1 puntos porcentuales al crecimiento global del PIB, frente a la contribución de 0,3 puntos porcentuales del cuarto trimestre de 2024.
Se espera que el crecimiento económico siga perdiendo fuelle en el segundo trimestre y se estabilice en el segundo semestre, situándose por debajo de la media del 2,9% anterior a la década covídica, debido al aumento de las fricciones comerciales y de los tipos de interés. En consecuencia, nuestro consenso es que el crecimiento del PIB se modere en 2025 en comparación con 2024. La desaparición del efecto base -tras la recuperación casi completa de la sequía de 2023- y el creciente proteccionismo de EE.UU. afectarán a las exportaciones. Aun así, la demanda interna debería ofrecer un colchón: Se prevé un repunte del gasto de los hogares, apoyado por un mercado de trabajo más estricto, el aumento de la inversión pública y el incremento de los gastos sociales. Dicho esto, un crecimiento económico más débil de lo previsto en los principales socios comerciales, especialmente Brasil y China, sigue siendo un importante riesgo a la baja para las perspectivas.
Comentando las perspectivas, los analistas de Itaú Unibanco declararon: «Nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2025, del 2,3%, presenta riesgos al alza, debido principalmente a la prórroga del año pasado y a una cosecha récord. El consumo privado y los efectos indirectos del ajuste macroeconómico en Argentina probablemente seguirán apoyando el crecimiento.»