Turquía: La recuperación económica pierde impulso en el primer trimestre
El crecimiento del PIB disminuyó al 1,0% en tasa intertrimestral desestacionalizada en el primer trimestre, frente al 1,7% del cuarto trimestre del año pasado. La lectura marcó la segunda expansión consecutiva después de que la economía entrara en una recesión técnica poco profunda en el segundo trimestre de 2024, lo que sugiere una recuperación aún fuerte, aunque en desaceleración. Sobre una base anual, el crecimiento económico perdió fuerza, enfriándose al 2,0% en el primer trimestre, tras el crecimiento del 3,0% del trimestre anterior y marcando la peor lectura desde el segundo trimestre de 2020.
A nivel nacional, el consumo privado se contrajo un 0,4% en términos secuenciales en el primer trimestre, lo que supone el peor resultado desde el segundo trimestre de 2024 (cuarto trimestre de 2024: +4,3% interanual intertrimestral). Esta oscilación se produjo en un contexto de reducción de los salarios reales y probablemente reflejó la amortización del gasto anticipado a finales de 2024 en medio de campañas promocionales y la preocupación por los ajustes de precios. Además, la inversión fija se contrajo un 1,4% en el primer trimestre, registrando también el peor resultado desde el segundo trimestre de 2024 (cuarto trimestre de 2024: +3,9% intertrimestral). En el lado opuesto, el gasto público se aceleró hasta una expansión del 2,1% en el 1T (4T 2024: +0,2% intertrimestral).
En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios repuntaron, creciendo un 3,9% intertrimestral desestacionalizado en el 1T, lo que supuso el mejor resultado desde el 3T 2023 (4T 2024: -3,3% intertrimestral anual). Esta fuerte mejora se debió probablemente a los esfuerzos de concentración anticipada ante el aumento de los aranceles estadounidenses. Por el contrario, las importaciones de bienes y servicios se deterioraron, contrayéndose un 1,1% en el 1T (4T 2024: +5,2% interanual trimestral).
Nuestro panel espera que el PIB se enfríe aún más en el segundo trimestre, ya que las turbulencias de los mercados financieros, el reciente endurecimiento de la política monetaria y los aranceles estadounidenses dificultan el impulso. En el conjunto de 2025, el crecimiento se ralentizará con respecto a 2024 y seguirá siendo débil en términos históricos. El descenso de los salarios reales y el aumento de la tasa de desempleo mermarán el gasto de los hogares. Además, las exportaciones y la inversión se enfriarán en un contexto de mayores tensiones comerciales a escala mundial. El deterioro de la confianza de los inversores y el aumento de las tensiones políticas son riesgos a la baja.
Muhammet Mercan, de ING, comentó: «Los primeros indicadores para el segundo trimestre apuntan a signos emergentes de debilidad tras la volatilidad experimentada en marzo. […] Además, los retos económicos mundiales -especialmente los derivados de los aranceles estadounidenses- podrían afectar negativamente a los resultados de las exportaciones turcas. La ralentización prevista del crecimiento económico en Europa y Estados Unidos puede crear vientos en contra adicionales para las exportaciones.»