Rumanía: El Banco Nacional de Rumanía mantiene los tipos sin cambios en mayo
En su reunión del 16 de mayo, el Banco Nacional de Rumanía (BNR) decidió mantener el tipo de política monetaria en el 6,50% por sexta vez consecutiva, coincidiendo con las expectativas del mercado. El tipo se mantiene muy por encima de su media de 10 años anterior a la pandemia, en torno al 3,50%.
El mantenimiento de la política monetaria se produjo en un contexto de mayor incertidumbre interna tras la victoria de un candidato euroescéptico de extrema derecha en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 4 de mayo, que provocó la dimisión del Primer Ministro, salidas de capitales, volatilidad de los mercados y depreciación de la moneda local. Además, es probable que el BNR se volviera más agresivo en mayo al elevar sus perspectivas de inflación para los próximos años, lo que daría al Banco más razones para no disparar. El Banco volverá a reunirse el 8 de julio.
El BNR no proporcionó orientaciones sobre la futura dirección de los tipos de interés. Nuestros panelistas esperan que el Banco Central lleve a cabo recortes de tipos de hasta 200 puntos básicos para finales de 2025, debido al débil crecimiento económico y al ciclo de relajación del BCE. Dicho esto, las preocupaciones fiscales, la mayor vulnerabilidad de las divisas por las elevadas primas de riesgo, los riesgos de calificación soberana y una previsión de inflación en gran medida al alza podrían limitar el margen del BNR para recortar.
Al comentar las perspectivas, Valentin Tataru y Stefan Posea, de ING, declararon: «Nuestra hipótesis de base sigue apuntando a una moderada relajación de la política monetaria a finales de este año, pero no antes de octubre, con un riesgo real de que el ciclo se prolongue hasta 2026. Una cosa está clara: deben darse varias condiciones clave antes de que pueda considerarse la posibilidad de recortar los tipos: un gobierno estable, una reforma fiscal creíble, el acceso continuado a los fondos de la UE, la conservación de la calificación de grado de inversión, que los tipos del mercado monetario vuelvan a caer por debajo del tipo de interés oficial y, por supuesto, que la inflación se mantenga bajo control. No decimos que sea imposible, pero parece que el camino hacia la relajación sigue siendo estrecho y vulnerable a contratiempos.»