Hungría: La economía se estanca en el primer trimestre de 2025
Una segunda publicación confirmó que el PIB se mantuvo estable respecto al año anterior en el primer trimestre de 2025, tras crecer un 0,4% en el cuarto trimestre del año pasado. La cifra del primer trimestre fue más débil de lo que habían previsto los mercados.
En términos intertrimestrales desestacionalizados y ajustados al calendario, el PIB cayó un 0,2% en el primer trimestre, en contraste con el crecimiento del 0,6% del periodo anterior.
A nivel nacional, la inversión total cayó un 10,3% interanual (4T 2024: -4,5% interanual) y el crecimiento del gasto de los hogares cayó al 4,1% en el 1T, marcando la expansión más débil desde el 4T 2023 (4T 2024: +5,5% interanual). Más positivo fue el repunte del gasto público, que creció un 7,3% en el 1T (4T 2024: -1,2% interanual).
En el frente exterior, el comercio neto restó valor al PIB global por tercer trimestre consecutivo. Las exportaciones de bienes y servicios cayeron un 0,4% anual en el primer trimestre, por encima de la contracción del 3,3% del cuarto trimestre. Por otra parte, las importaciones de bienes y servicios repuntaron, creciendo un 0,1% en el primer trimestre (4T 2024: -3,1% interanual), marcando la lectura más fuerte desde el primer trimestre de 2023.
Nuestros panelistas prevén que el crecimiento anual del PIB siga siendo moderado en el segundo trimestre, debido a los elevados tipos de interés y a la inflación, así como a la escasa confianza de los consumidores y las empresas. Más adelante en el año, la economía debería recuperar el ritmo, pero la aceleración será probablemente insuficiente para compensar los malos resultados del primer semestre: En el conjunto de 2025, el crecimiento del PIB será uno de los más débiles de Europa Central y Oriental (ECE). Hungría registrará este año el tercer descenso consecutivo de la inversión fija -el único en la región de Europa Central y Oriental- debido a los estrictos controles fiscales, la escasa confianza de las empresas y la incertidumbre económica. No obstante, la economía debería recibir un impulso del gasto preelectoral y de la recuperación de las exportaciones. Una guerra comercial entre la UE y EE.UU. que afecte a la demanda exterior supone un riesgo a la baja.
Peter Virovacz y Kinga Havasi, de ING, comentaron la rebaja de sus previsiones: «Ahora prevemos un crecimiento más débil de la demanda interna (tanto del consumo como de la actividad inversora), pero anticipamos una menor contribución negativa de las exportaciones netas. Dados los crecientes retos mundiales, los nuevos retrasos en las nuevas capacidades de exportación y el débil nivel general de confianza, hemos rebajado las perspectivas para 2026-2027 de la horquilla del 4,0-4,5% a alrededor del 3%».