Rumanía: La economía se estanca en el primer trimestre
Una segunda publicación confirmó que el PIB se estancó en términos intertrimestrales desestacionalizados en el primer trimestre (4T 2024: +0,5% intertrimestral). Esto confirma una pauta volátil, aunque constante, observada en los seis últimos trimestres, en los que un crecimiento modesto se intercala con ligeros deterioros. En términos anuales, el crecimiento económico se ralentizó hasta el 0,4% en el primer trimestre, frente al 0,5% del periodo anterior.
El resultado secuencial reflejó principalmente un menor impulso en el crecimiento del consumo privado, que se ralentizó hasta el 0,3% en el 1T desde el 1,1% del 4T. La agitación política y la incertidumbre -derivadas de la anulación de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2024 y las protestas subsiguientes- lastraron la confianza de los consumidores. Por otra parte, el consumo público cayó al ritmo más pronunciado en un año, contrayéndose un 1,1% (4T 2024: +3,2% interanual trimestral), mientras las autoridades trataban de frenar uno de los mayores déficits presupuestarios de Europa. En el frente exterior, las exportaciones de bienes y servicios se recuperaron y crecieron un 3,4% en el primer trimestre (4T 2024: -1,7% intertrimestral), la mejor cifra desde el 3T 2022, debido a la plena integración del país en el espacio Schengen a partir de enero. Por su parte, el crecimiento de las importaciones de bienes y servicios se aceleró hasta el 3,8% en el primer trimestre (4T 2024: +2,8% intertrimestral).
Nuestro consenso es que el crecimiento secuencial del PIB haya vuelto en el segundo trimestre y se estabilice en torno a ese nivel en el segundo semestre, apoyado por una mayor demanda de la UE. Para 2025 en su conjunto, la economía se acelerará con respecto a los débiles resultados de 2024, impulsada por un repunte de la inversión fija -respaldada por los recortes de tipos y las entradas de fondos de la UE- y de las exportaciones. Dicho esto, se espera que el consumo privado pierda algo de tracción, manteniendo el crecimiento del PIB en 2025 por debajo de la media de 10 años anterior a la pandemia. Un impulso económico mayor de lo previsto en Alemania, principal socio comercial, sigue constituyendo un riesgo al alza.
Al comentar las perspectivas, Valentin Tataru, de ING, declaró: «De cara al futuro, las perspectivas se ven ensombrecidas por el próximo paquete de medidas de consolidación fiscal. Es probable que las nuevas medidas fiscales pesen sobre el consumo y la inversión privada. Al mismo tiempo, la liberalización de los precios de la electricidad a partir de julio de 2025 podría desencadenar un fuerte aumento de los costes energéticos. […] Ahora esperamos que el crecimiento del PIB en 2025 se sitúe en el 0,8%, con riesgos aún sesgados a la baja. Las inversiones, en particular las vinculadas a los fondos de la UE y una campaña agrícola más prometedora, son los principales motores que podrían proporcionar cierto apoyo en el segundo semestre de 2025.»