Rusia: El Banco de Rusia recorta los tipos en octubre
En su reunión del 24 de octubre, el Banco de Rusia decidió recortar el tipo de interés oficial en 50 puntos básicos, hasta el 16,50% anual, coincidiendo con las expectativas del mercado. Este recorte fue el cuarto consecutivo -aunque el menor hasta la fecha- y elevó el total de reducciones a 450 puntos básicos desde que comenzó el ciclo de relajación en junio de 2025. Dicho esto, el tipo de interés oficial se mantiene en uno de los niveles más altos jamás registrados.
La decisión del Banco Central se debió principalmente a las elevadas expectativas de inflación y a la necesidad de reconducir la economía hacia una senda de crecimiento equilibrado. Aunque los tipos se redujeron para estimular la actividad, la medida reflejaba un cuidadoso acto de equilibrio: tratar de impulsar el crecimiento sin avivar los precios, que se han mantenido por encima del objetivo del 4% en medio de una rápida expansión del crédito. Aun así, el banco señaló que los riesgos inflacionistas a medio plazo han aumentado: Los efectos de la subida del IVA, el deterioro del comercio exterior y un nuevo descenso de los precios del petróleo en caso de intensificación de los conflictos comerciales pueden avivar los precios a través de la dinámica del tipo de cambio del rublo.
El Banco de Rusia indicó que mantendría unas condiciones monetarias restrictivas todo el tiempo que fuera necesario para devolver la inflación a su objetivo, sugiriendo un tipo de interés oficial medio en la horquilla del 13,0-15,0% anual en 2026. Aun así, nuestro Consenso es que el Banco de Rusia aplique recortes de tipos en 2026, situando el tipo terminal por debajo del nivel que el Banco proyecta actualmente para diciembre de 2026.
Comentando las perspectivas, los analistas de EIU declararon: «Esperamos que el tipo de interés se relaje aún más en los próximos meses a medida que la economía siga desacelerándose. Sin embargo, el BCR actuará con cautela. El banco se enfrenta a la nada envidiable situación de una inflación aún elevada y una economía en fuerte desaceleración, lo que hace temer una estanflación en los próximos meses. Esperamos que equilibrar la inflación importada causada por la caída del rublo y estimular la economía con una política monetaria más laxa resulte especialmente difícil.»